lunes, 23 de febrero de 2009

domingo, 22 de febrero de 2009

Carta de San Valentín. A la sombra de tu tumba.


Hola, querido. Ya han pasado muchos años desde que el amor surgió entre nosotros, pero lo sigo necesitando como el primer día.

Aquellas cálidas tardes de verano que pasábamos juntos en el parque me llenaban de ilusión. Tu me observabas desde arriba, con esa mirada… tan insinuante y llena de misterio. Me acariciabas el cuello y, cuando estaba sobre tu regazo me besabas, de tal manera que me hacías sentir segura solo estando a tu lado.

Aun recuerdo nuestros primeros encuentros. Jugando al escondite, observaba tu figura entre los arbustos, me escondía detrás de ti y me sentía invisible. Me acompañabas a casa, pero te quedabas tras la esquina, como si ocurriera algo si te veían.
La luz de la luna se reflejaba en tus mejillas sonrosadas, tu pelo rizado se alborotaba con el viento y yo caia rendida a tus pies.

Hecho de menos tus cálidas manos envolviendo las mías, siempre frías. Hecho de menos tus brazos arropando mi cintura, tus ojos, siempre pendientes de mi. Hasta hecho de menos tus arrebatos de celos, que me hacían adivinar que eras mío, solo mío.

Que ingenuos pensamientos los que me decían: “esto durara para siempre, no tiene final”, pues cuando la vida se apaga, nadie puede poner fin a la llegada de la muerte.

Dejo esta carta, a la sombra de tu tumba, para que me recuerdes siempre, como yo te recordaré a ti y te seguiré amando, hasta que me reúna contigo en el mas allá.

viernes, 6 de febrero de 2009